...Así fue que llegamos al punto importante en cuestión.
De pronto me vi reflejada en tus ojos y entendí que todo tenía sentido.
Cada noche esperaba ansiosa que llegarás, era como una niña pequeña, a penas te veía, y sonreía sin controlarlo.
Cuando charlamos el tiempo se perdía y sólo podía grabar en mi memoria la forma en la que me veías,lo que me transmitías.
En unos días mi existencia dejo de ser eso, y viví,viví...recobre el sentido, el rumbo y la dirección.
Ahora la distancia nos aqueja, lo dudas llegan (yo con ganas de amar y tú...con miedo de sufrir) y sólo queda volver a coincidir para entonces, quizás, vivir.